DESPIDOS: FINIQUITO Y RESERVA DE DERECHOS





DESPIDOS: FINIQUITO Y RESERVA DE DERECHOS
alfonso hernández molina
2020
Véase, además:

-IMPLICA UN DERECHO. NOTARIOS NO PUEDEN IMPEDIR SU EJERCICIO
-DEBE DETALLARSE O ESPECIFICARSE RUBROS ADEUDADOS O IMPAGOS
-DESPIDO ALEGANDO “NECESIDADES DE LA EMPRESA” Y DESCUENTO DEL APORTE PATRONAL
A INDEMNIZACIÓN POR AÑOS SERVIDOS

EL FINIQUITO, HOY MUY ACTIVO EN CHILE.
Con su acostumbrada hipocresía, el Gobierno ha impulsado (y parlamentarios han aprobado) la ley 21.227 (“Diario Oficial” de 6 de abril de 2020), engañosamente publicitada por el periodismo servil al poder empresarial como “de protección al empleo”.
No sólo autoriza suspensiones de contratos disponiendo no pago de remuneraciones sino, además, continúa permitiendo -expresamente- el “despido por necesidades de la empresa”, amplia causal diseñada hace décadas para facilitar el libre despido patronal (basta que inserte un par de frases clave en la carta despido) y pagar la indemnización por años de servicio, si correspondiere, con tope de 11 años.

URGENCIA DE PAGO Y DE NUEVO EMPLEO.
La conducta de la parte trabajadora esta condicionada por la necesidad y urgencia económica. Más incluso si se recuerda que, al buscar nuevo empleo, es muy probable que se exija exhibirle, pese a que tal exigencia no está acogida legalmente.
Y, en múltiples ocasiones, el papel que contiene al finiquito posee o reconoce menos rubros, y por menos cantidad de las realmente adeudadas por las patronales.

FINIQUITO Y RESERVA DE DERECHOS.
El finiquito, como acto jurídico, se plasma en un documento escrito que genera o extingue derechos y obligaciones, dando cuenta del término del vínculo laboral de la manera que él mismo señala.
En dicho documento, de índole económica, la contraparte empresarial plantea un conjunto de rubros, cálculos y descuentos, según su propio interés.
Y busca que la parte trabajadora exprese, en él, que nada se le adeuda con ocasión o motivo de la relación laboral o por causa de su terminación; y que “le otorga el más amplio y total finiquito”, renunciando la parte trabajadora a todas las acciones y/o derechos que pudiese hacer valer en contra de la patronal por causa del contrato, los servicios prestados y su terminación.
Y, si tal finiquito cumple formalidades legales, genera pleno poder liberatorio, es decir, extingue acciones y derechos para la parte trabajadora.

RESERVA DE DERECHOS PROCEDE SI LA PARTE TRABAJADORA NO ESTÁ DE ACUERDO CON RUBROS Y CÁLCULOS QUE LA PATRONAL OFERTA EN EL FINIQUITO.
No obstante, es frecuente que el trabajador posea desacuerdo en algún rubro; situación o evento que puede superarse insertando la reserva de derechos y acciones correspondiente. En tal caso, el finiquito no tiene poder liberatorio respecto de las materias especificadas en dicha reserva (no finiquita, no termina, no soluciona lo adeudado en esos rubros o contraprestaciones).
Por ello, tal mecanismo custodia la posibilidad legal de que, posteriormente, la parte trabajadora reclame, judicialmente, contraprestaciones, beneficios u otras rubros que, se entiende, no están siendo satisfechos en el finiquito planteada por la contraparte patronal.
Sea, por ejemplo, por remuneraciones impagas (sueldo, horas extras, gratificaciones, comisiones, participaciones), monto de indemnizaciones,  feriado, que se estén practicando descuentos improcedentes, que no proceda la causal de despido elegida por el empleador, o por cualquier otro motivo o razón, se tiene el derecho irrenunciable de estampar RESERVA DE DERECHOS.
En palabras simples, significa que se puede aceptar y recibir, en ese momento (no permita que quede para después), el dinero, pagos o entregas establecidos en el texto del finiquito. Y, con posterioridad, requerir o exigir el pago o entrega del resto de los rubros adeudados.
Es importante que vaya inserto antes de la firma del trabajador.

DEBE SER ESPECÍFICA, DETALLADA Y CONCRETA. NO GENÉRICA.
Recuérdese que la reserva debe ser escrita, y específica (no genérica). De allí, no basta con consignar que “me reservo derechos” o “hago reserva de derechos” sino, además, se debe detallar qué o de cuáles rubros se trata.
Identificando cuáles son las contraprestaciones, rubros cuya exigencia de pago o entrega se reserva. Cuáles son esos derechos. Para qué, con qué objeto está formulando “reserva de derechos”. Por ejemplo, si se trata de despido por necesidades de la empresa, que es la causal más utilizada (inserta hoy en el artículo 161 del Código, hipócritamente generada ya que, deliberadamente, permite encubrir despidos por otras motivaciones), puede escribirse que se reserva derecho para reclamar y demandar judicialmente por despido injustificado, indebido o improcedente, y que, además, se reserva derecho para requerir el pago posterior de sueldo, horas extraordinarias, gratificaciones, comisiones, participaciones, feriado anual y proporcional, descuentos por cotizaciones previsionales o por seguro de cesantía (y no pago patronal de los respectivos aportes); y cualquiera otra contraprestación, beneficio u otro rubro adeudado, o mal calculado.
Complementado lo dicho: siendo el finiquito materia de orden público (índole propia del Derecho laboral), y ajustando entre trabajador y patrón la situación jurídica de término de derechos de naturaleza laboral, exige la especificación concreta y expresa de los bienes jurídicos de los cuales se dispone.
Por el contrario, las cláusulas genéricas carecen de la especificidad que un acto jurídico como el finiquito exige para que produzca efecto liberatorio.
Por lo anterior, indispensable es exigir máxima claridad en cuanto a los derechos, obligaciones, prestaciones y contraprestaciones e indemnizaciones que comprende, con la finalidad de evitar discusiones futuras.

LA RESERVA ES UN DERECHO.
NOTARIOS NO PUEDEN NEGAR SU EJERCICIO.
La reserva es un derecho de la parte trabajadora. Y ningún notario puede negar que la parte trabajadora exija incluir esta mención, más aun cuando ya existen sentencias de tribunales que lo reconocen.
Si el notario se niega a que el trabajador suscriba o firme finiquito con “reserva de derechos”, alegando que el empleador le dio instrucción de no permitirlo, entonces el trabajador no debe firmar tal finiquito.
Y debe recurrirse a una Inspección del Trabajo, estampando reclamo por despido.
La Inspección del Trabajo debe citar a la patronal; ésta deberá llevar el finiquito a la citación, o procederá que se le aplique multa por infracción laboral. Tramitándose allí el finiquito, se permitirá a la parte trabajadora insertar la cláusula de ”reserva de derechos”.

RAZONAMIENTO JURÍDICO QUE OBLIGA A NOTARIOS DE DAR CURSO A LA “RESERVA DE DERECHOS” REQUERIDA POR LA PARTE TRABAJADORA.
Puede razonarse que si la legislación faculta a un trabajador para ejercer una acción de tutela laboral por vulneración de derechos fundamentales, con mayor razón dicho trabajador se encuentra habilitado para hacer reserva de su ejercicio cuando suscribe un finiquito (considerando artículos 485 y ss. del Código del Trabajo, sobre Tutela laboral, y artículo 5 del mismo Código, sobre irrenunciabilidad de derechos laborales).
Por ello, al impedírselo se restringe y desconoce la manifestación de su voluntad, atentando contra los derechos procesales y laborales de los trabajadores.
Notarios no pueden escudarse en que los patrones (o sea, sus clientes) les han ordenado impedir que los trabajadores hagan reserva de derechos (o acciones), pues esto lesiona un derecho laboral e implica un mecanismo de presión para obtener la suscripción de un finiquito en forma pura y simple a cambio del pago de las prestaciones que en él se contienen; la instrucción de un cliente no puede estar por sobre la ley.
La conducta notarial de impedir a trabajadores firmar su finiquito con reserva de acciones, es ilegal; conculca el derecho a la igualdad, al establecer diferencia arbitraria frente a otros trabajadores.

CASO DE DESPIDO ALEGANDO “NECESIDADES DE LA EMPRESA” Y DESCUENTO PATRONAL A INDEMNIZACIÓN POR AÑOS DE SERVICIO.
Según art. 13 de la ley 19.728 (del año 2001), las patronales pueden descontar su aporte al seguro de cesantía si es que despiden utilizando la causal “necesidades de la empresa” (tema que el suscrito siempre incluye como dato a prohibir en cada negociación colectiva que ha asesorado).
En efecto, recordemos que invocándose patronalmente tal causal, tal indemnización no va completa. El señalado art. 13, inciso 2°, de la citada ley 19.728 estableció que se imputará al monto de la indemnización por años de servicio) la parte del saldo de la Cuenta Individual por Cesantía constituida por las cotizaciones efectuadas por el empleador más su rentabilidad, deducidos (excluidos o restados) los costos de administración que correspondan.
Es decir, si la patronal despide invocando “necesidades de la empresa” (artículo 161 del Código laboral), descuenta su aporte al seguro de cesantía (por lo cual el trabajador debe batirse con su propio aporte).
Ahora bien, si la patronal despide durante el presente periodo, según la nueva ley 21.227, artículo 6, en el caso de trabajadores que hayan recibido las prestaciones establecidas en esta ley (o sea, retirar lo que le es propio, de la Cuenta Individual), no les será aplicable lo recién mencionado (es decir, el descuento del aporte patronal – a favor de éstos- ordenado por la ley 19.728, artículo 13, inc. 2°), pero sólo respecto de aquellas cotizaciones que fueron parte, que integraron dichas prestaciones.

TEMA RELACIONADO:

FIRMA DE FINIQUITO NO IMPIDE ACCIONES POR TUTELA LABORAL (SIEMPRE Y CUANDO NO SE HAYA INSERTADO ESPECÍFICAMENTE TAL MENCIÓN).

Finiquito sólo tiene poder liberatorio respecto de las materias que las partes acuerdan de manera expresa. De allí, si no comprende, abarca o menciona lo referido a la acción de tutela de vulneración de derechos fundamentales con ocasión del despido, no corresponde atribuirle efectos liberatorios, ya que, respecto a las materias acordadas, sólo puede generarlos de forma expresa.
En tal caso, incluso la firma conforme del trabajador en el finiquito no le impide la posterior presentación de demanda requiriendo tutela laboral.
En resumen, se conserva tal derecho, incluso si las partes (patrón y trabajador) suscribieron finiquito que cumplió formalidades legales, en el cual la parte trabajadora expresa que nada se le adeuda con ocasión o motivo de la relación laboral o por causa de su terminación, otorgando el más amplio y total finiquito, renunciando a todas las acciones y/o derechos que una pudiera hacer valer en contra de la otra por causa del contrato, los servicios prestados y su terminación.
Más si se recuerda que el finiquito sólo tiene poder liberatorio respecto de las materias que las partes acuerdan de manera expresa. Por ello, si no comprende lo referido a la acción de tutela de vulneración de derechos fundamentales con ocasión del despido, no corresponde atribuirle los efectos liberatorios, ya que sólo puede generarlos respecto a las materias acordadas de manera expresa.
Reiteremos: el finiquito ajusta entre las partes la situación jurídica de término de derechos de naturaleza laboral y, siendo tema de orden público, exige especificación concreta y expresa de los bienes jurídicos (rubros, materias, contraprestaciones) de los cuales se dispone.

VICIADA TENTATIVA OFICIALISTA, DEL AÑO 2019.
En agosto del pasado año 2019, el Gobierno Piñera promovió un proyecto legal (Mensaje presidencial 139-367) que, pretendiendo modificar el art. 177 del Código laboral, alteraba la regulación del finiquito, introduciendo su modalidad electrónica, alegando “adecuar el Código del Trabajo en materia de documentos laborales electrónicos”. En resumen, agregaba otro camino de finiquitación, torciendo el ejercicio de derechos laborales al facilitar el dominio patronal de tal instancia o trámite, favoreciendo el poder empresarial para manipular dicho proceso en perjuicio de la parte trabajadora.
Proyecto legislativo ahora paralizado.
Sobre él, puede verse: