¿Seguiremos creyendo cuentos?



Mucho sorprende a mis colegas laboralistas (de todos los colores partidarios), comprobar cómo las cúpulas partidarias y sindicales que dicen defender al Pueblo, publicitan en sus propias bases que “es bueno” lo que en verdad es nefasto para sus derechos e intereses.

Vigente desde julio de 2014, la nueva ley 20.760, sobre “multirut” (cuya complacencia se evidencia en la foto central, entre golpistas y jefes patronales), resultó más dañina aun que la anterior, instalando muchos más obstáculos para que los sindicatos puedan acreditar el nexo oculto entre varias sociedades patronales, y así potenciar su sindicalización y extender su negociación colectiva.

A casi un año de haber encadenado legalmente (mediante pacto) el valor del Ingreso Mínimo Mensual, hoy, si descontamos cotizaciones obligatorias, queda en $ 180.000 o menos, para sustentar una familia.

En verdad, lo que buscaron fue darle tranquilidad a su gobierno durante sus cuatro años de gestión.

Y, ya en 2014, pactaron el hoy conocido como “proyecto de reforma laboral”. Basta ver la prensa, y sus propios documentos oficiales, para comprobar que esas personas fueron parte de la gestación de su contenido. Que les causaba complacencia y satisfacción. Y que dieron luz verde a la ministra Blanco (conocida discípula de Agustín Edwards) para elaborarlo.